El Significado Bíblico de Listra

En este artículo exploraremos el significado bíblico de Listra, una ciudad antigua mencionada en la Biblia. Aunque Listra fue conocida por su nombre que significa "crueldad" o "tortura", su importancia radica en los eventos que tuvieron lugar allí durante el primer viaje misionero del apóstol Pablo y Bernabé. Destacaremos el mensaje de perseverancia en medio de la adversidad y la importancia de enfocarnos en Dios en lugar de buscar nuestra propia gloria.

El Milagro en Listra

En los Hechos de los Apóstoles, capítulo 14, se relata cómo Pablo y Bernabé realizaron un milagro en Listra. Sanaron a un hombre cojo de nacimiento, lo que asombró a la comunidad y provocó que lo adoraran como si fuera un dios griego. Aunque inicialmente Pablo y Bernabé rechazaron esta adoración y les recordaron que eran simples hombres, no se detuvieron en su misión de compartir el mensaje de Dios.

La Adversidad en Listra

A pesar de su rechazo a la adoración, los judíos de otras ciudades llegaron a Listra y persuadieron a la multitud para que apedreara a Pablo. Fue apedreado y dado por muerto, pero milagrosamente se recuperó y continuó su misión. Esta experiencia traumática y dolorosa en Listra es un recordatorio de que, en nuestro camino de fe, podemos enfrentar adversidades y rechazo. Sin embargo, como Pablo, podemos superar estas dificultades con la ayuda y la gracia de Dios.

Enfocándonos en Dios

La historia de Listra también nos enseña la importancia de no buscar nuestra propia gloria o reconocimiento personal, sino de dirigir la atención hacia Dios. Pablo y Bernabé rechazaron la adoración que se les ofreció y señalaron a la multitud hacia el único Dios verdadero al que debían adorar. Nos recuerda que nuestro objetivo debe ser predicar el mensaje de salvación y apuntar a las personas hacia Dios, en lugar de buscar honores humanos.

Listra, a pesar de su significado original, adquiere un significado especial en la narrativa bíblica. Nos recuerda la importancia de perseverar en medio de la adversidad y la necesidad de poner a Dios en el centro de nuestras vidas. Debemos enfocarnos en su gloria y buscar su voluntad, en lugar de buscar nuestra propia gloria. Que la historia de Listra sea un recordatorio para nosotros de que, al final del día, Dios es quien merece toda adoración y reconocimiento. Sigamos adelante en nuestra misión, confiando en que Él nos guiará y nos sostendrá en todas las circunstancias.