Evangelistas Significado Bíblico

El significado bíblico de "evangelista"

En la Biblia, el término "evangelista" refiere a una persona encargada de proclamar y predicar el evangelio de Jesucristo. El evangelista es llamado a difundir el mensaje de salvación a través de la predicación y el testimonio personal, con el objetivo de persuadir a otros a que acepten a Jesús como su Señor y Salvador.

El término "evangelista" se deriva de la palabra griega "euangelistes", que a su vez deriva de "euangelion", que significa "buenas nuevas" o "evangelio". Los evangelistas son mencionados en el Nuevo Testamento, específicamente en el libro de Efesios 4:11, donde se menciona a los cinco ministerios: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

El papel del evangelista

El papel del evangelista es vital en el cumplimiento de la Gran Comisión que Jesús dio a sus seguidores antes de ascender al cielo. En Mateo 28:19-20, Jesús dice: "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo".

El evangelista, al igual que los otros ministerios mencionados, tiene la responsabilidad de llevar las buenas nuevas de salvación a todas las naciones, predicando la Palabra de Dios con valentía y convicción. Además, el evangelista también puede desempeñar un papel en el discipulado y el fortalecimiento de los creyentes, ayudándoles a crecer en su fe y a compartir el evangelio con otros.

El propósito del evangelista

El evangelista es un mensajero de las buenas nuevas de salvación, llamado a predicar y proclamar el evangelio de Jesucristo, alentando a las personas a que se arrepientan y crean en Él. Su objetivo principal es llevar a las personas a tener una relación personal con Dios y a vivir una vida conforme a los principios y mandamientos de su Palabra.

¿Cómo podemos ser evangelistas en nuestros días?

• Estudiar y conocer la Palabra de Dios para poder compartir el mensaje con claridad y precisión.
• Mantener una vida de oración, pidiendo al Espíritu Santo que nos guíe y nos dé las palabras adecuadas en cada situación.
• Vivir una vida coherente con el evangelio, siendo testigos de nuestro amor por Jesús a través de nuestras acciones y comportamiento.
• Buscar oportunidades para compartir el evangelio con familiares, amigos, compañeros de trabajo y otras personas en nuestras vidas.
• Ser sensibles a las necesidades de las personas a nuestro alrededor y ofrecer una palabra de esperanza y consuelo en medio de sus dificultades.

El evangelista desempeña un papel crucial en la difusión del mensaje de salvación. Todos podemos adoptar el rol de evangelistas en nuestra vida diaria, compartiendo las buenas nuevas de Jesús con aquellos que nos rodean. ¿Estás dispuesto a ser un evangelista para llevar la buena noticia del evangelio a aquellos que aún no lo han escuchado? ¡Seamos valientes y compartamos el mensaje de salvación con el mundo!