La filiación: Significado Bíblico
El significado de la filiación en la Biblia
En la Biblia, la filiación tiene un significado profundo y trascendental. Se refiere a la relación entre Dios y sus hijos, y cómo los creyentes pueden experimentar esta relación de manera personal y cercana.
En el Antiguo Testamento, la filiación se establece a través de la descendencia biológica. Los hijos son considerados parte de una familia y heredan los derechos y privilegios de sus padres. En este sentido, los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob son considerados los hijos escogidos de Dios y herederos de las promesas divinas.
La filiación en el Nuevo Testamento
Sin embargo, en el Nuevo Testamento, la filiación adquiere un nuevo significado. Jesús enseñó que todos aquellos que creen en él y reciben el perdón de sus pecados se convierten en hijos de Dios. Esta filiación no está determinada por la sangre ni por la genealogía, sino por la fe y el amor a Dios.
En el libro de Juan, Jesús declara: "Pero a todos los que le recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios" (Juan 1:12). Esta es una idea revolucionaria, ya que rompe con las barreras de jerarquía y privilegio y garantiza la filiación divina a cualquier persona que lo acepte.
La filiación como relación íntima y personal
La filiación en la Biblia también implica una relación íntima y personal con Dios. En el Salmo 27:10, el salmista declara: "Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recogerá". Esto significa que incluso cuando nos enfrentamos a situaciones de abandono o desamparo, Dios está dispuesto a recibirnos y ser nuestro padre amoroso.
La responsabilidad de la filiación
Además, la filiación también implica una responsabilidad. Como hijos de Dios, somos llamados a vivir de acuerdo con los principios y valores de nuestro Padre celestial. Jesús dijo: "Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mateo 5:48). Esto nos insta a buscar la santidad y a reflejar el carácter de Dios en nuestras vidas.
En conclusión
La filiación en la Biblia es una relación especial entre Dios y sus hijos. Se basa en la fe en Jesús y se experimenta a través de la intimidad y la responsabilidad. Como hijos de Dios, tenemos el privilegio de llamarle Padre y recibir su amor y cuidado incondicionales.
Si deseas experimentar la filiación divina y vivir en estrecha comunión con Dios, te animo a abrir tu corazón a Jesús y recibir su perdón y amor. ¡Inicia hoy mismo una relación personal con tu Padre celestial!
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